Karsten Bettin, inventor:

"Originalmente, quería construir una bicicleta que se pudiera conducir cómodamente estando de pie y no agachado, tal y como estamos construidos. Rápidamente quedó claro que también sería posible plegarlo en un tamaño muy reducido. El resultado es una nueva y fascinante experiencia de conducción, un gran movimiento como nunca antes se había visto en el mundo. Y un útil dispositivo con el que podrá moverse por la ciudad con total libertad. Realmente no necesito una bicicleta plegable, pero sí un Kwiggle".